Bryce
siempre ha sabido qué siente hacia Juli. Es rara. Y peligrosa. Tiene una forma
de mirarlo que lo ha asustado siempre, desde la primera vez que ella se
entrometió en su vida. Juli tiene una cierta tendencia a hacerlo. Se sumerge
hasta el fondo en aquello en lo que cree, sean personas o proyectos. O árboles.
Juli siempre ha sabido qué siente hacia Bryce. Él ha estado rondando por ahí con su primer beso en los labios durante años. Son esos brillantes ojos azules. Le gustaría tanto que él le correspondiera con al menos un mínimo eco de su entusiasmo. Por suerte ella siempre está ocupada – criando pollos, intentando proteger un árbol, visitando a su tío, limpiando el corral.
Juli siempre ha sabido qué siente hacia Bryce. Él ha estado rondando por ahí con su primer beso en los labios durante años. Son esos brillantes ojos azules. Le gustaría tanto que él le correspondiera con al menos un mínimo eco de su entusiasmo. Por suerte ella siempre está ocupada – criando pollos, intentando proteger un árbol, visitando a su tío, limpiando el corral.